Healings of depression

Rosa Zenel (43)

Curación de Depresión profunda

R. Z., 43 años, Melbourne, Australia

Desde la infancia fui una niña depresiva. Mi padre era a menudo violento conmigo. Yo siempre callada, temerosa, dormía mal. A los 9 años fui abusada. Mi familia lo sabía pero no hacía nada por evitarlo. A los 16 años intenté suicidarme, “sin resultado”, tomando una sobredosis de tabletas. En la escuela reprobaba todas las materias. Por lo que más me odiaba y pensaba que no servía para nada. A los 18 años me mudé, salí de mi casa. A partir de los 22 años estuve 4 años en tratamiento siquiátrico. No tomaba los remedios por los efectos secundarios. Mi matrimonio fracasó luego de tres años y mi siquiatra tratante me dijo que no podía hacer más por mí. Pasé por una odisea de sicólogos, siquiatras, médicos, hospitales, naturópatas y sanadores espirituales. Cuando  recordaba el pasado, mi cuerpo se desmoronaba. Me ocultaba y sufría terribles crisis de pánico, que se manifestaban como ataques al corazón. Luego me desmayaba y permanecía así por horas. Mantenía las puertas cerradas y por años lloraba por las noches durante el sueño. Las depresiones, los temores, los ataques de pánico eran demasiado espantosos y en el año 2003 me internaron en una clínica siquiatrica. Luego de hacerme examenes me medicaron (Cipramil, luego Avanza = Mirtazepam), lo que ayudó. Yo pensé que entonces todo estaría bien, pero había algo que agitaba mi alma. En el año 2005 intené con la ayuda de un siquiatra disminuir los medicamentos. Cuando reduje la dosis de una tableta (30 mg.) comenzaron los síntomas de abstinencia, sudoración, dolores, angustia, tiritones, náuseas, clausrtofobia. Lo que me hizo volver a tomar los medicamentos. Me recetaron pastillas para dormir y valium contra los síntomas de abstinencia, pero cuando subí nuevamente la dosis de Avanza a ( 60 mg.) se me fueron esos síntomas. Fue una gran desilusión para mi pues comprendí que dependía fuertemente de ese medicamento. Temía pasar el resto de mi vida con los medicamentos , terapias y médicos. Las depresiones eran tan terribles, me lo llevaba llorando, me dolía todo y sólo quería acabar con mi vida.El suicido sería el 1 de Julio 2007.

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Healing from severe depression and anxiety disorder

E. B. (50), Ergoldsbach (Germany)

In the year 1995, an ominous situation developed at my workplace - mobile nursing care - mobbing was becoming widespread. This caused me to develop permanent anxiety, and I could hardly do my job any more. In 1997, my frame of mind was so shattered that, for example, I was neither able to fill a syringe nor administer intramuscular Injections. At home I could no longer calm down, and I was plagued by thoughts of suicide. A neurologist had me admitted to the district hospital because of acute self-endangerment. At first I was completely sedated, so that I hardly perceived anything. After eight weeks without significant improvement I was released at my own risk on the condition that I undergo psychiatric treatment. On the one hand the prescribed medication did help me to somehow be active, but on the other hand everything was insensitive and mechanical. In the end it helped just as little as conversational therapy.

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Sanación de adicción al alcohol y depresión

J. L. (54), Búfalo (USA)

Justo después de cumplir 18 años (1968), comencé a beber cerveza y chupitos. Cada día, de lunes a domingo, me bebía entre 12 y 18 cervezas. En aquel entonces, era normal para mí, llegar a casa del trabajo, cambiarme la ropa e ir a mi bar favorito, en donde me quedaba hasta las tres de la mañana. Al día siguiente, me levantaba a las 7 de la mañana para ir al trabajo, siempre con una resaca horrible. En aquel momento, me encontraba trabajando en la industria de la construcción. Todo esto, ocurría día tras día, convirtiéndose en el patrón de mi vida. A día de hoy, todavía me cuesta trabajo comprender, cómo pude sobrevivir durante 35 años con este excesivo consumo de alcohol.

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Curación de las depresiónes

Sra. N.D. (49) los Eslavos del Sur (Alemania)

Muy a menudo yo me encontraba nerviosa y, por el motivo más insignificante reaccionaba muy irritada y sentía un fardo muy pesado en mi pecho y a causa del mismo yo creía que me podía axfixiar. Haciéndome tratar con una sanadora rusa, recibí de ella imposición de manos y obtenía un alivio pasajero y de corta duración.

Después de mi introducción a las enseñanzas de Bruno Gröning, dentro de mí se desarrolló una revolución, prácticamente no dormía y todo estaba en movimiento. Unas tres semanas después, los problemas psíquicos desaparecieron. Yo me sentí libre, liviana y que valía, y miro hacia el futuro con confianza.

Curación de las depresiónes

Sra. M.L. (42) Bebra (Alemania)

Los 6 años transcurridos antes de entrar a formar parte del Comunidad de Amigos de Bruno Gröning, fueron caracterizados por sufrir de depresiones. Yo padecía de miedo, no tenía interés alguno con respecto a lo que pasaba durante el día, ya el levantarme, por la mañana, era un tormento debido a la incertidumbre de lo que la jornada me estaba reservando. Yo no podía pensar lúcidamente, me quedaba sentada sin estar en condiciones de realizar hasta las más pequeñas tareas domésticas. Yo hacía uso de diferentes medicamentos, los cuales eran, a dependencia del tipo, más o menos fuertes. Al principio utilizaba Baldrian, después tabletas de Demetrin, Tofranil y Saroten.

5 días despues de mi introducción a las enseñanzas de Bruno Gröning y de sintonizarme y recibir la energía divina, todos los sufrimientos desaparecieron como por encanto. Desde esa fecha no reaparecieron los síntomas de miedo, por la mañana me levanto ágil como una pluma y tomo parte de la vida con interés; asímismo no necesito más de medicamentos y estoy libre de las depresiones.

Curación de las depresiónes

Sra. E.G. (64) Heidelberg (Alemania)

Corría el año 1985 y yo tenía 59 años de edad, cuando me encontré sin trabajo. Esta situación me provocó un shock tan elevado que se transformó en fuertes depresiones. Durante la noche no podía dormir, descuidé por completo mi apartamento, era tímida y apática, no me atrevía a salir sola para ir de compras. Si alguien me dirigía la palabra, yo me ponía a llorar. Durante 4 años fuí sometida a un tratamiento a base de inyecciones de vitamina B12 y del preparado Imap, todo ésto no dio resultado alguno.

En el momento de mi introducción a las enseñanzas de Bruno Gröning, yo me encontraba en el punto más bajo de mi existencia. Enseguida después de la introducción a las enseñanzas de Bruno Gröning, yo volví a realizar las tareas domésticas y, desde esa fecha mi apartamento se encuentra siempre en orden. Después de unas 3 semanas, yo tuve la sensación de que las depresiones padecidas durante todos esos años nunca habían existido. Yo estoy libre de las depresiones, apatía y timidez simplemente han desaparecido y no necesito más de los medicamentos.

Curación de las depresiónes

Sr. R.B. (25) Linz (Austria)

Durante 3 años yo sufrí de depresiones y las mismas se presentaban de la siguiente manera: sofocación, ganas de suicidarse, soledad, miedo de otras personas, completamente sin ganas de nada, melancólico, pesadillas y vómitos. Yo me quedaba en la cama por horas y horas. Al tener exámenes perdía la confianza en mí mismo y muy a menudo no me presentaba a ellos en el último momento. Tratamientos psicoterapéuticos producían un mejoramiento muy limitado en el tiempo.

Poco tiempo después de mi introducción a las enseñanzas de Bruno Gröning, en marzo de 1995, yo experimenté en el estómago una fuerza y una liberación del alma. Así que por primera vez en mucho tiempo pude reir sin tener un motivo visible, simplemente porrque me iba tan bien. Tengo una alegría de vivir dentro de mí que no la había experimentado antes. Ya no me siento cansado y estoy completamente sano.

Dokumentarfilm

El documental:
“El fenómeno de
Bruno Gröning”

las fechas de proyección en los cines de distintas ciudades en el mundo entero

Grete Häusler-Verlag

La editorial Grete Häusler: una gran selección de libros, revistas, Cd's, DVD's y calendarios

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Los científicos toman la palabra: Aspectos interesantes acerca de la enseñanza de Bruno Gröning