La „Heilstrom“
Fuerza vital desde la fuente de energía divina
Gröning como "transformador" entre la "central eléctrica Dios" y la "bombilla" ser humano
Bruno Gröning se denominaba a sí mismo como intermediario de un poder espiritual que viene directamente de Dios y tiene virtud curativa. A esta energía divina la denominaba él "Heilstrom".
Para explicar el carácter de la Heilstrom hizo uso de una metáfora. El comparó a Dios con una central eléctrica y al ser humano con una bombilla eléctrica. Como la bombilla, que sólo puede cumplir su objetivo cuando le llega la corriente eléctrica que viene de la central, así el ser humano puede vivir dentro del orden divino sólo cuando el poder de Dios, la energía divina, lo nutre. A sí mismo se vió en la tarea de un "transformador". El transforma las energías superiores infinitas de tal modo que cada ser humano solamente reciba lo que realmente pueda aprovechar. Su capacidad de recepción era ilimitada. Por ejemplo en el Traberhof de Rosenheim fue posible que miles de personas sintieran al mismo tiempo la energía curativa y se produjeron grandes curaciones en masa.
Cuando se rompió la conexión entre Dios y los seres humanos
Bruno Gröning explicó que en el estado original existía una comunicación directa entre la "central" Dios y el "receptor" humano. Los seres humanos vivían en la tierra como hijos de Dios en suprema unidad con su Padre. Al apartarse de Dios, salieron del orden divino, cayendo en la necesidad y la pobreza. La comunicación entre el hombre y Dios se interrumpió. Con el tiempo, el abismo se hizo cada vez más hondo, y los seres humanos solos ya no pudieron cruzarlo.
El puente sobre el abismo entre Dios y el hombre nos lleva hacia un nuevo sentimiento de vida
Bruno Gröning advierte: "Debido a que el hombre ya no pudo volver al verdadero camino divino, porque el puente que lo llevaba hasta él había sido destruido y el hombre se encontraba hacinado, vagando sin sentido por diferentes rumbos, por eso yo construí el puente hacia el verdadero camino divino, y lo reconstruí para que cuando Ud. lo use, yendo Ud. por ese camino, llegue al camino, al camino divino donde Ud. mismo tendrá la conexión con la obra de Dios, única, grande y divina, donde Ud. recibirá la verdadera fuerza vital, auténtica, justa y divina que le llevará a una vida buena, pero sobre todo: a una vida llena de salud."
"Quien cruza por este puente y sigue adelante por el verdadero camino divino, tendrá una sensación completamente diferente y se asombrará de todo lo que existe y que aun no había podido reconocer. Recién allí encontrará Ud. en realidad la conexión con la gran obra divina."
Quien sigue la enseñanza de Bruno Gröning y se abre a la energía divina, sentirá la Heilstrom en su propio cuerpo. Le penetrará un ánimo de vida totalmente nuevo: dolores, penas y necesidades desaparecerán, y salud, armonía y alegría tomarán su lugar. Ud. empezará a experimentar que Dios no reina en su trono más allá de las galaxias como un juez sin misericordia, sino como un Padre amoroso que está con Ud. y que quiere ayudarle. El abismo ha desaparecido. El ser humano experimenta nuevamente el estado original.
La gran conversión
Separarse de la enfermedad y creer en la salud
Ocuparse mentalmente con la enfermedad significa retenerla
Bruno Gröning manifestaba siempre que los seres humanos deberían practicar la "gran conversión" o el gran cambio. Él los exhorta a creer en lo bueno, a ponerlo en práctica y a abandonar las malas costumbres.
En primer lugar exhortó a los seres humanos a no pensar en la enfermedad. Él siempre subrayó que la enfermedad viene del mal y es el mal. El ocuparse de ella significa entregarse al mal. Ello impide el proceso de curación y hasta puede volverlo imposible. "Quien se ocupa con la enfermedad la retiene y le cierra el camino a la energía divina."
El ser humano se tiene que desprender de la enfermedad, no retenerla como su propiedad, sino verla como un infortunio. "¡La enfermedad no es parte al ser humano!"
Entregar la enfermedad a Bruno Gröning
Bruno Gröning les ofreció a los seres humanos quitarles las enfermedades. "¡Entréguenme a mis sus enfermedades y sus penas! Uds. solos no podrán con ellas. Yo las llevo por Uds. Pero entréguenlas voluntariamente, pues yo no se las voy a robar."
"Es bueno que Uds. se desprendan de la enfermedad de modo que yo la pueda quitar; pero si Uds. se aferran a ella, entonces no puedo hacer nada. El séptimo mandamiento así lo prohíbe: ‘¡No robarás!’. Si yo les quito la enfermedad a los seres humanos a la fuerza, entonces pecaría ¡No puedo robar! Quien ama su enfermedad la retiene, quien la olvida, quien la suelta, no sólo con el pensamiento sino también con hechos a él se la quito. ¡Uds. deben poner atención a mis palabras! ¡Yo no los quiero influenciar! ¡Si Uds. sueltan sus enfermedades, entonces cargaré con todos sus sufrimientos!"
Primeramente, el ser humano debe realizar la gran conversión en su interior
Cuan importante era para Bruno Gröning la conversión interior de cada uno, lo demuestra claramente el siguiente párrafo tomado del libro La gran conversión de Kurt Trampler (Sanado, colaborador de Bruno Gröning, periodista y escritor): "También en conversaciones privadas oía a menudo declarar enérgicamente a Bruno Gröning, de que él llevaba la responsabilidad ante Dios por ejercer la "curación a través de la pura energía divina" sólo para los pacientes que por lo menos tuvieran la buena voluntad de vivir de acuerdo a las leyes divinas, y de no curar a aquellos que no están dispuestos a desprenderse de lo malo. "Yo podría", dijo él, "realizar una curación en masa de tal manera diciendo: ¡Que todos los enfermos de una ciudad o de un país se sanen! Pero con ello ¿no se perdería en lugar de ganar? ¿Estarían los malos en medio de los enfermos dispuestos a cambiar? ¿No usarían la salud que recuperaron para lo malo? ¡No! El ser humano tiene primero que efectuar un cambio en sí mismo, primero tiene que estar dispuesto a arrancar lo diabólico de sí y a encontrar el camino hacia Dios. Recién entonces se merece ser curado."
En los comienzos, el ser humano no tenía enfermedades
Las siguientes palabras de Bruno Gröning aclaran esta expresión y explican el origen de las enfermedades:
"¿Cómo es que llegó a suceder que el ser humano se enferme? El ser humano primitivo no se enfermaba. Los seres humanos se han vuelto malos, cada vez peores, de generación en generación. La maldad ha aumentado tanto que pronto ya no va a ser posible vivir. Hay disputas y peleas aún dentro de las familias, hay más guerra que paz entre los pueblos. Las penurias trajeron el sufrimiento espiritual a los seres humanos, y han llegado a desarrollar raíces tan profundas dentro de ellos, que por consiguiente tienen que enfermarse. El uno apesadumbra espiritualmente al otro. Los seres humanos se han deformado, se han alejado de lo natural, muchos han perdido la fe en Dios. Pero el que se aleja del camino divino, también se desprende de su salud."
Si es que el ser humano desea recuperar su salud a través de Bruno Gröning tiene que estar dispuesto a renunciar a las "maldades". Tienen que darle la espalda a la maldad, a la enfermedad, desprenderse de ella, ya no pensar: "Mi asma, mi reuma, etc." Esto no siempre es fácil. Es necesario un cambio interior. El ser humano tiene que cambiar fundamentalmente su modo de pensar. No tiene que creer en la enfermedad, como era su costumbre, sino en la salud. Tiene que interiorizar la fe inquebrantable de que aún las llamadas enfermedades incurables se pueden curar.
"Con la razón no me pueden comprender"
¿Qué es lo que espera Bruno Gröning del que busca ayuda? ¿No está en contra de toda lógica el tomar en serio este requerimiento? ¿Cómo van a volver a ponerse en orden las articulaciones deformadas por el reuma? ¿Cómo van a moverse nuevamente extremidades paralizadas? ¿Cómo puede ser posible entregarle a Bruno Gröning las enfermedades, sin que él haga ni el más mínimo tratamiento? ¿Sin que ni siquiera se le diga algo de la enfermedad? ¿No es esto un insulto para toda persona sensata?
En realidad es una gran conversión que espera Bruno Gröning de los seres humanos pero significa dejar de lado todo pensamiento científico orientado hacia el raciocinio y acoger la fe en algo superior. Su enseñanza se basa en principios completamente diferentes a los que hoy en día son usuales y que han sido originados por el dominante espíritu materialista de la época. Por eso, él dijo a menudo: "Con la razón, es seguro que no me pueden comprender."
El origen de las enfermedades
Cuando falta la conexión con la fuente de energía divina
Una enfermedad no es por casualidad
Hoy en día viven muchas personas creyendo que la enfermedad es algo casual, algo que aparece de repente y que ataca al hombre desde la nada. Sin embargo, Bruno Gröning dijo: "Cuanto más se aleja el hombre de Dios, consciente o inconscientemente, tanto menos vida queda en su cuerpo de manera que apenas le queda la suficiente como para que los órganos puedan seguir funcionando debidamente. Ya no puede vivir en la plenitud de sus energías, pues se distanció de su fuente de energía. Al final perdió la conexión con la Gran Fuente de Energía Divina. Ya no puede captar para sí la energía de Dios. Y así, él, su cuerpo, queda hecho una ruina. "
Entre Dios y los seres humanos se hizo un gran abismo
Bruno Gröning describió de la siguiente manera, cómo el hombre puede recuperar su salud: "Dios creó al ser humano hermoso, bueno y sano. Así es como Él quiere tenerlo. Originariamente los seres humanos estaban totalmente unidos a Dios, allí solo existía amor, armonía y salud, todo era UNO. Pero desde que el primer hombre escuchó la voz del mal que le hablaba fuera de esta unidad, y la siguió, ahí se destruyó dicha conexión y desde entonces Dios está aquí y el hombre allá. Entre Dios y los hombres se formó un gran abismo. Allí no hay conexión. El hombre, al quedarse sólo, por más creyente que sea y rece, en su camino por la vida será atacado por el mal y arrastrado a ese abismo. Ud., en su camino por la vida, llegó a ese lugar allá abajo. Ud. está sufriendo desgracias, dolores, males incurables. Yo le digo: ¡No siga bajando, hágame caso y regrese! ¡Venga hacia arriba y yo le construiré un puente sobre el abismo! ¡Diríjase del camino de los sufrimientos al camino Divino! Aquí, no existe la desgracia, ni los dolores, ni lo incurable: aquí todo está bien. ¡Este camino lo guía de regreso a Dios!"
La enseñanza de Bruno Gröning
Ayuda y sanación por vía espiritual
La enseñanza de Bruno Gröning se basa en la influencia de energías espirituales sobre los seres humanos. La influencia de estas energías es mayor de lo que supone la mayoría de las personas.
El hombre es como una "batería": para poder cumplir con todas sus tareas debe tomar siempre de nuevo, nuevas energías de vida
Bruno Gröning compara al ser humano con una batería. En la vida diaria, cada uno de nosotros gastamos energía. Pero, a menudo, no tomamos esa energía vital tan necesaria para nosotros. Así como una batería vacía ya no funciona, un cuerpo sin fuerzas ya no puede cumplir con sus obligaciones. Las consecuencias son fatiga, nerviosismo, angustias y por último: enfermedad.
Bruno Gröning explica ahora cómo podemos cada uno de nosotros, retomar nuevas energías. Creer en lo bueno, así como tener el deseo de curarse son las condiciones para ello. En todas partes está el ser humano rodeado de ondas curativas y él solamente tiene que captarlas. Según Bruno Gröning no existe ninguna enfermedad incurable, lo que está confirmado por informes de éxito verificados por médicos. Así, las curaciones suceden aquí solamente a través de la vía espiritual y no están vinculadas a la presencia física de Bruno Gröning.
¿Cuál es la mejor forma para que el ser humano tome la Heilstrom?
Para recibir esta Heilstrom, la persona en busca de ayuda se sienta con las manos abiertas, los brazos y las piernas no se deben cruzar para no interrumpir el flujo de la Heilstrom. Pensamientos en la enfermedad y en las preocupaciones actúan como obstáculos. Sin embargo, pensamientos en algo bello son de ayuda.
Cuando la Heilstrom fluye a través del cuerpo, llega a los órganos que están cargados con la enfermedad y empieza allí a actuar, limpiándolos. Por eso, puede ser que se sientan dolores que son una señal de que el cuerpo se está limpiando. Por su esencia, la enfermedad no es deseada por Dios y será aniquilada paulatinamente. Esto puede ocurrir en algunos casos también de forma espontánea. Por ello es necesario que el ser humano ya no piense en la enfermedad, sino que crea que para Dios no existe lo "incurable".
Para seguir sanos, los amigos de Bruno Gröning se sintonizan diariamente con la Heilstrom. Un cuerpo sano es la base para una vida en armonía consigo mismo, con sus prójimos y con la naturaleza.
Bruno Gröning da a la humanidad una enseñanza
La meta de la enseñanza de Bruno Gröning es convertir a cada persona en un ser lleno de alegría de vida y libre de cargas corporales y psíquicas.
Bruno Gröning dijo literalmente: "Ésta, mi enseñanza, es una verdadera máxima de vida, la cual ya la practican muchos de mis amigos con éxito. Aceptando esta enseñanza se produjo en ellos una transformación completa que en muchos casos ya les condujo al éxito curativo."
El esfuerzo de Bruno Gröning tenía un solo propósito: ayudar a los más necesitados. Les entregó su enseñanza para su camino, una enseñanza que no está basada ni en consideraciones intelectuales, ni científicas, sino que consiste en sentir por intuición las leyes espirituales. Quien la mira con más detalle encontrará y reconocerá en ella una complejidad inesperada que llega mucho más allá del aspecto de la curación, en el que el ser humano no solo sana su cuerpo sino también su alma. El llama a los seres humanos a creer en lo bueno y a llevarlo a la práctica.