Testigo de la época Gottfried Kalz

"La noticia '¡Ella puede andar!' se difundió como la pólvora"

Bruno Gröning mit KrankerLa madre de mi colega estaba encadenada a la silla de ruedas desde hacía 25 años. Cuando la conversación llevó hacia Bruno Gröning, yo le dije: "Inténtalo, invita a este hombre ..." Eso fue, creo, en 1956. Se pusieron en contacto con Bruno Gröning y él aceptó anunciando su visita para una mañana.

Cuando Bruno Gröning apareció, habían venido por curiosidad algunos conocidos de la familia W. La vieja Sra. W. fue sacada de la cama y sentada en la silla de ruedas en la sala de estar frente a Bruno Gröning. Nadie podía quedarse en la habitación, todos debían abandonar la sala.

Sólo la vieja Sra. W, y el Sr. Gröning se quedaron. Reventando de curiosidad escuchábamos atentamente delante de la puerta de la sala de estar, por si podíamos oír algo. De repente oímos alto y claro las palabras de Bruno Gröning: "Levántate y anda ..." ¡Puedo dar fé que la vieja dama no podía andar antes ni un solo paso! Cuando oímos esas palabras, nada nos pudo frenar delante de la puerta. La abrimos bruscamente y vimos que la vieja Sra. W. andaba. La mujer de mi colega quiso servicialmente apoyar la mano de su suegra, pero Bruno Gröning dijo que la Sra. W. podía andar sola. ¡Ella se había realmente levantado y se había puesto a andar, libremente, totalmente sola! A todos se nos saltaron las lágrimas, casi no lo pudimos creer, ¡pero lo habíamos vivido y visto con nuestros propios ojos!

Bruno Gröning no había hipnotizado a la vieja señora W, ni la había tocado... nada. Él sólo la había mirado fijamente a los ojos y dijo: "Levántate ..." Y milagro: ella andaba.

Yo me pregunté en aquel entonces: "¿Y si realmente existe un Dios?" No había ni una sola persona en la habitación que no llorara de alegría. Fue sencillamente una vivencia conmovedora. A continuación dijo Bruno Gröning: "Ahora puede Ud. caminar."

La Sra. W. fue la conversación principal del barrio. Eso fue una sensación. La noticia circuló como la pólvora: "¡Puede andar!" En muy poco tiempo vinieron aproximadamente 200 personas y querían ver como andaba la señora W. Ella caminaba la calle hacia arriba y hacia abajo y lo demostró a la gente.

Bruno Gröning no había exigido dinero para su visita. Yo sólo puedo decir cosas buenas de él, él tenía una irradiación muy especial. La curación de la Sra. W. ha permanecido.

Dokumentarfilm

El documental:
“El fenómeno de
Bruno Gröning”

las fechas de proyección en los cines de distintas ciudades en el mundo entero

Grete Häusler-Verlag

La editorial Grete Häusler: una gran selección de libros, revistas, Cd's, DVD's y calendarios

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Los científicos toman la palabra: Aspectos interesantes acerca de la enseñanza de Bruno Gröning